Hay plantas a las que no les pega su nombre en absoluto, como a esta suculenta colgante alegre y muy resistente, que sin embargo se llama "Aptenia", que suena a enfermedad primaveral.
Enterarme de que son comestibles sus tallos, hojas y flores le da un valor de importancia.
Me gusta conocer plantas comestibles, me da la sensación de que aprendo algo relevante. Si alguna vez vuelvo a tener jardín propio, cultivaré plantas alimento.
La Albahaca el la planta emblema de mi ciudad. Llegó a Osca en la época de Quinto Sertorio, la llamaban Ocimum basilicum, lo que deja bien claro que el nombre con el que ha perdurado es el árabe que significa hierba.
A mí, que soy así de simple, me divierte que a la salsa que lleva albahaca la llamen "al pesto", porque huele fuerte pero no para tanto.
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