lunes, 20 de julio de 2015

A SALVO

Todos los sentimientos están presentes en mi, como en cualquier persona, la diferencia está en el grado. 
Como me alegro de ser mezquina sólo de supermercado, que elige la bandeja de chuletas que pesa menos porque es unos céntimos más barata, aunque sabe que el kilo sigue siendo al mismo precio.
Para no sentir mi vergüenza si me sorprendo en sentimientos que me dan lástima en los demás, me defiendo con el truco o trato:

Trocar el rencor en alerta,
la envidia en admiración.
Desnudar mis miserias,
para que puedas mostrarlas tú.