SANGRE EN LA PUERTA
Te recuerdo, Amanda,
ingenuo quijote
cuando el desprecio activa
el stand by del DEFCOM
de mi adrenalina.
Regalas respeto
y recibes
tolerancia 0
y todo porque tú sabes
conjugar el VERBO
que yo soy Dios
y tú eres Dios
y él es Dios ...
Ególatra religión
de un único
mandamiento
"Te amarás sobre todas las cosas,
y al prójimo
como a Dios mismo"
Reconocimiento que no exige,
en pascuas ni en ramos
pincelada roja
de sangre en la puerta.
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